jueves, 8 de noviembre de 2007

Nada importa...

Cuán difícil es ser embajador de Cristo. Lo sé, es fabuloso habitar en Su presencia. Su amor, Su perdón, Su gracia, Su espíritu… ahí debería terminar todo ¿no? Pero no es así. Los problemas vienen, las acusaciones zumban en nuestra mente, el pasado condena sin piedad, la vida simplemente es imperfecta.

“Como el ciervo brama por las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía (Salmos 42:1)”.

Es así como me sentía un día. Abandonado, condenado por el enemigo, muerto. Llegaba a la universidad, sin ánimos, huyendo de mi Señor, tenía miedo encararlo y decirle que lo amo. Perdóname, perdóname, mi corazón imploraba. Sentí Su voz decirme ‘búscame’. Tengo examen, más tarde, dije sollozando. El examen, gracias a Dios y lecturas madrugadoras, estuvo bueno. Salí antes de tiempo. Sentí en mi corazón hambre de mi Señor. Te quiero ver, papá.

“Porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré, jamás te abandonaré (Hebreos 13:5)”.

Le creí. Recuerdo que una amiga me dijo que si ‘todo fuera fácil, estaríamos en el cielo’. Estuve mucho tiempo en tregua, con ciertas invasiones, pero todo controlable. Mis armas se oxidaban y yo seguía envuelto en el manto de la gracia. Tocaba batallar y me dio flojera (para variar). Me vi débil, desgastado. Abatido. Busqué un lugar propicio para encontrarme con mi Señor, pues mi corazón estallaba y no podía esperar a llegar a casa. ¡Qué difícil tarea encontrar un lugar a solas en la uni! Seguía buscando, era tarde, todos iban a casa a calentarse. Y no encontraba un lugar. Busqué en el último piso de Z, esta vez había un grupo de jóvenes fumando. Rayos.

‘¡No renuncié al mundo para esto! Te necesito y voy a buscarte, no importa cuánto me cueste’, dije confiando en mis palabras porque mi mente anhelaba mandar todo a volar y volver a mis andanzas supuestamente felices pero completamente vacías. Encontré un lugar. Me senté y con un frío asesino empecé a orar, a buscar a Dios. Me di cuenta de que lo que, en mi humanidad, planeo no está a la altura de los pensamientos de Dios. Que mis faltas no están a la altura de Su misericordia. Que mis problemas no están a la altura de Su gracia. Empecé a rogarle Su perdón y Su abrazo. El Señor me restauró, fueron minutos impresionantes. No les cuento todo pues es inefable y de hecho que muchos de ustedes lo saben. Reconocí que no soy nadie sin Él. Que Su fidelidad es lo mas encomiable en el mundo. Que nada importa… si no estamos con Él

Nada te podrá separar del amor de Cristo, tenlo por seguro. Recuerda la oración del Maestro para nosotros antes de Su muerte. Me ayudó (y ayuda) mucho en tiempos de aflicción. Jesús le dijo a Su padre:
“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal (Juan 17:15)”

No somos del mundo, es nuestro campo de batalla. Y Jesús es el Rey por quien batallamos.

2 comentarios:

NathiLLa dijo...

la verdad que no importa naaada de lo que halla pasado en el dìa, no importa lo bueno ni lo malo (me refiero a que eso no le dan sentido al dia) no importa a quienes vi o no vi... lo unico que importa es ese momento que me desconecto de tooooodo para sentir Su calido abrazo y su voz diciendome "te amo". Realmente, Su presencia està conmigo y me da descanso. Dios nos libre de conformarnos con Sus regalos inmerecidos y dejar de buscar Su presencia. Que me deje cuadraplejica, muda y sin nadie alrededor antes que se me vaya Su presencia.
Busquemoslo ahora que si se puede.
blessings Bro!

Unknown dijo...

Pues, see. A pesar de las milez cosas q nos pasan sean buenas, excelentes, malas o desgraciadas, lo q más vale i se hace sentir es cuando lo recibimos i cuando lo aceptamos en nosotros cada vez q nos pasan stas cozas.

Sin embargo, según el evangelio d melania, cómo pensar en Él cuando lo único q t interesa es resolver eso q t salió mal o festejar lo q t salió genial (jajaja aún suelo preguntarme sto, pero ia tengo respuesta :D) --> Solo me siento, respiro i oro, xq sé q con ezo podré calmar cualquier angustia o agradecer cualquier cosa stupenda q me pase...Ouhh see C=


Sea buena o mala aquello q nos pase, debemos agradecerle á Él, xq, como una vez me dijeron i comparto esa idea: a Dios no hai q entenderlo, sino aceptarlo i recibirlo tal i como es, porque solo ÉL sabe por qué nos pasa esto i Gracias x eio =D

Oieee...Grrrr. Yo q tú le compraría a melania una boteia d agua i solo "cielo" =O...jajaja (:

Siga expresando!!! q lo hace demaziado bien =)

Planeta de Blogs Cristianos