Juan lloraba, vio a su maestro derramar su sangre por la humanidad, aun no entendía pero se sintió de manera diferente. ¿Todo terminó? No, todo acaba de empezar. Recordó a Jesús en una de sus últimas charlas, recordó el mandamiento que le había dejado: “Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:12,13)”. Gracias, amigo, se dijo. De pronto, todo oscureció…
"...Juan lloraba...se sentía de manera diferente...todo acababa de empezar." Qué bien describiste el cambio que hubo en Juan el antiguo "hijo del trueno", después de eso, ya no más lo mismo, sería conocido generaciones posteriores como Juan, el discípulo del amor.Hay que ver los cambios que también va haciendo en nosotros nuestro amado salvador.El Señor te continúe bendiciendo.
Publicar un comentario
1 comentario:
"...Juan lloraba...se sentía de manera diferente...todo acababa de empezar."
Qué bien describiste el cambio que hubo en Juan el antiguo "hijo del trueno", después de eso, ya no más lo mismo, sería conocido generaciones posteriores como Juan, el discípulo del amor.
Hay que ver los cambios que también va haciendo en nosotros nuestro amado salvador.
El Señor te continúe bendiciendo.
Publicar un comentario