lunes, 17 de diciembre de 2007

Fortaleza

boomp3.com

Un encuentro con el Dios vivo es lo más maravilloso que existe. Crea en nosotros un gozo perfecto, verdadera paz, absoluta dependencia, seguridad, etc. y uno de los efectos más asombrosos, sobre todo si se está empezando a conocer de manera directa a Dios a través de la guía de Su Espíritu, es el cuidado y cariño insuperable de un Padre hacia su hijo favorito.

"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1)".

Me parece que depende de uno creerse estas palabras; es decir, hermanos, si hemos recibido la adopción, por medio de Jesús, de hijos, pues por qué no aprovecharla. Sabemos que vivir en Cristo es por la fe. Entonces, hijo de Dios, cree, levántate y pelea. Dios es un Dios de Amor (1 Juan 4:10), la biblia lo repite muchas veces, además, una conexión genuina con Dios es una constante y eterna (de parte de Él) muestra de amor hacia nosotros, sus hijos. Dios es un Dios de iniciativas. Él viene hacia nosotros siempre que estemos dispuestos a recibir Su abrazo. Por lo menos, así es como me siento desde que me reencontré con mi Señor.

"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo (Isaías 41:10)".

Los brazos del Señor son eternos, nosotros no; lamentablemente, le fallamos. Cuando mi decisión tomó forma de palabras, puedo recordar qué le dije al Señor: No importa lo que suceda, no voy a volver atrás. Resulta posible esa clase de promesa. No pecar resulta, simplemente, imposible. Pues no hay justo en la tierra. A la par, pude percibir que Dios sonreía y me decía: Esa promesa es mía. Yo te ayudaré. Jamás has estado solo y jamás lo estarás (Josue 1:9). Mi vivir en Cristo resultó muy difícil para entonces. Es decir, tanto tiempo alejado de Él causa una suerte de rutina. Una rutina de pecado. Pero esta vez, Dios mismo hizo el cambio. Y me lo confirma todos los días. Además, como me dijo amorosamente un gran amigo, por teléfono, al notarme apocado, mayor es el que está en ti, que el que está en el mundo. Y pues, definitivamente, en nuestras fuerzas poco o nada podemos hacer. Realmente, resulta absurdo intentarlo cuando la obra ya fue hecha en la cruz del calvario por Jesucristo, nuestro salvador. Todo se puede en Él.

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13)".

Y esa bendita palabra: Fortaleza, crea en nosotros esperanza y victoria. En tiempos de pruebas, para animarme y restaurarme (la palabra de Dios tiene el poder para hacerlo) suelo recurrir a un salmo que, hasta ahora, considero favorito, en donde David, con hermosos versos, declara el poder, la majestuosidad, la fortaleza de Dios para con su vida. Es totalmente precioso encontrarte con el León rugiente que pelea tus batallas y, al mismo tiempo, con el Padre amoroso que te abraza delicadamente, en el salmo 27. Añadiré algunos versos que competen a lo que quiero expresar ahora, pues el Salmo, desmembrado, es todo un universo de promesas para los fieles en Jehová. Decláralo, el Señor está pendiente de ti.

(Salmos 27:1)
Jehová es mi luz y mi salvación;
¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme?

(Salmos 27:3)
Aunque un ejército acampe contra mí.
No temerá mi corazón;
aunque contra mí se levante guerra,
yo estaré confiado.

Si he logrado sobrevivir, en realidad por primera vez vivir, en esta lucha constante ha sido por Jehová, mi Dios. Gracias, Papá, por fortalecerme.

3 comentarios:

Koala dijo...

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo;y esta es la victoria que ha vencido al mundo,nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?[1Juan 5:4-5]

Adelante amigo,muchas bendiciones!

Isa dijo...

¡Linda reflexión!.Ese salmo me lo sé cantado y es precioso.
Gracias por compartir con nosotros tan lindas cosas.
El Señor te continúe bendiciendo.

Unknown dijo...

Xumaz, carlos!

Esta reflexion me caio como anillo al dedo!!

En serio, q paja esas palabras q dices i q hai en la biblia!

Y seee!!

El es nuestra fortaleza!!
El nos fortalece siempre, desd q eramos unos fetos feioz =)


Con Jesus a nuestro lado, podemos vencer todo. Hasta estafaz bien hechaz =(

Pero, otra vez, graciaz, porque tu reflexion me caio a pelo! Genial

C=

Planeta de Blogs Cristianos